Pero ahí lo tenéis, hoy en el curiosatorio: ¡El hielo que grita!
y es que el hielo seco, o nieve carbónica, es el estado sólido del dióxido de carbono. Recibe este nombre porque, pese a parecerse al hielo o a la nieve por su aspecto y temperatura, cuando se sublima no deja residuo de humedad. Tiene una temperatura de sublimación de -78 °C.Este punto de sublimación tan bajo hace que las moléculas que conforman la superficie del hielo vibren, y esa vibración se puede traspasar a una plancha metálica, imitando el efecto de un diapasón, generando el curioso "grito del hielo seco"
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