Un grupo de científicos encabezado por
Theodore Berger, de la Universidad del Sur de California, ha
desarrollado un sistema por el cual los recuerdos están o dejan de
estar, literalmente, accionando un interruptor. Se trata de un
dispositivo electrónico que duplica las señales neuronales relacionadas
con la memoria y que el equipo ha conseguido que reproduzca la función
cerebral implicada en el comportamiento aprendido a largo plazo, incluso
cuando las ratas han sido drogadas para que olviden. Gráficamente:
interruptor ON, las ratas recuerdan; interruptor OFF, las ratas olvidan.
Los resultados aparecen publicados en el Journal of Neural Engineering.
El hipocampo es esa zona del cerebro relacionada
fundamentalmente con el aprendizaje, esto es, con la transformación de
los recuerdos a corto plazo por otros a largo plazo. En concreto son
dos sub-regiones del hipocampo, CA3 y CA1, las que interactúan para
crear los recuerdos a largo plazo.
Los investigadores trabajaron
con el hipocampo de ratas. En el experimento, los científicos hacían que
las ratas aprendiesen una tarea, presionando una palanca en vez de otra
para recibir una recompensa. Las ratas tenían sondas implantadas en el
hipocampo midiendo la actividad eléctrica entre CA3 y CA1.
Posteriormente, los
experimentadores bloquearon las interacciones neuronales normales entre
las dos áreas del hipocampo usando fármacos. Las ratas que habían sido
entrenadas previamente ya no mostraban el comportamiento aprendido a
largo plazo. Todavía recordaban sin embargo que tenían que presionar una
palanca si querían agua, pero sólo recordaban entre 5 y 10 segundos si
habían presionado ya una u otra palanca.
Los investigadores desarrollaron
un dispositivo electrónico, un neurochip, el equivalente a un sistema
del hipocampo artificial que duplicaba los patrones de interacción entre
CA3 y CA1. La capacidad para la memoria a largo plazo volvía a las
ratas bloqueadas farmacológicamente cuando el equipo activaba el
dispositivo.
Además, los investigadores
también comprobaron que si el neurochip y sus electrodos asociados se
implantan en animales con un hipocampo con un funcionamiento normal, el
dispositivo puede realmente reforzar el recuerdo que se está generando
en el cerebro y mejorar la capacidad de memoria de las ratas normales.
No podemos dejar de mencionar en este punto al pionero en los chips cerebrales, el malagueño José Manuel Rodríguez Delgado.
El siguiente paso será
experimentar con primates, con la idea de reproducir los resultados con
el objetivo último de desarrollar neurochips que podrían ayudar a las
víctimas de la enfermedad de Alzheimer, de los infartos cerebrales o
heridos en general a recuperar esta función crítica.
Imagen:
Neuronas piramidales de la subregión CA3 del hipocampo de una rata (Mark West).
Referencia:
Berger, T., Hampson, R., Song, D., Goonawardena, A., Marmarelis, V., & Deadwyler, S. (2011). A cortical neural prosthesis for restoring and enhancing memory Journal of Neural Engineering, 8 (4) DOI: 10.1088/1741-2560/8/4/046017
Fuente: Experientiadocet
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