Este curioso síndrome se caracteriza por que una de las manos del paciente que lo sufre, adquiere vida propia.
Ocurre tras un daño cerebral ,ya sea por un accidente o por un efecto secundario de una mala cirugía, como por ejemplo una intervención en casos de epilepsia severa.
La persona que padece este síndrome no es consciente de lo que hace su mano, ya que no la siente como parte de su cuerpo, y la extremidad actúa por sí sola.
Así una persona que la padezca y se abroche la camisa, su mano ajena podría desabrocharla; si abre un cajón su mano ajena podría cerrárselo, etcétera.
GRACIAS a L.A.R. por la noticia
Genial noticia, muchas gracias por compartir informacion tan interesante con todos nosotros
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