Desde Tiempos inmemoriales el ser humano ha intentado controlar el tan querido,como odiado fenómeno meteorológico. Desde tribus indígenas que danzaban a ritmo de cánticos, a brujos y hechiceros.
Actualmente se conoce un mejor método, el de arrojar yoduro de plata sobre las nubes para forzar su precipitación. Para ello además es necesario que la atmósfera que rodea a esa nube sea propicia para ello y favorezca su crecimiento hasta la descarga. Si no, sembraríamos las nubes de yoduro de plata para nada.
Pero la NASA ha descubierto colateralmente otro método enormemente productivo y no tiene nada que ver con el yoduro
Hablemos primero un poco del yoduro de plata:
El yoduro de plata es una sustancia química, muy conocida por aquellos que revelan en casa sus propias fotografías, altamente insoluble en agua y con una estructura cristalina parecida a la del hielo, que esparcida sobre una nube hace las veces de núcleos de condensación, es decir, de partículas alrededor de las que condensa el vapor de agua. Como aprendimos de niños, las nubes están formadas justamente por vapor de agua, así que si de alguna manera podemos “rociarlas” con este químico para que proporciones una gran cantidad de núcleos de condensación, propiciaremos la formación de gotas de agua que, una vez alcanzado el tamaño suficiente, caerán por acción de la gravedad. Este es el principio que esgrimen aquellos que propician el uso del yoduro de plata como agente útil, ya que haría posible que nubes pequeñas o que por algún motivo no han formado gotas grandes, precipiten en forma de lluvia.
Así se evitan también la formación de tormentas de granizo y se protegen las zonas de cultivo.
Pero el tema que nos tiene aquí es otro. Y es que las agencias espaciales, no sólo la NASA, han observado desde siempre cómo después de un lanzamiento llueve y os explicaremos por qué:
Para los lanzamientos de los Transbordadores Espaciales, se usan unas "camas" de agua. Unos depósitos enormes de agua, que en el momento del lanzamiento absorben el choque sónico que genera la propulsión de los motores absorbiendo la ingente cantidad de energía que generan los motores durante el lanzamiento, y conservando la integridad del Transbordador. Recordemos que el "avioncito" es el Orbitador y el el característico tanque de combustible líquido de color anaranjado (el ET, External Tank) y dos cohetes de combustible sólido a cada lado (los SRB, Solid Rocket Boosters). Todo el conjunto se llama Transbordador o Shuttle.
Pues toda esa agua de los tanques, literalmente se volatiliza, y es la típica nube que se puede observar en los lanzamientos, que no es humo, es vapor de agua.
(A partir del min 1.20)
Pues como es de suponer, ese vapor de agua forma una nube, que posteriormente se enfría, y caerá en forma de lluvia.
Pero además, no todo se queda aquí, por que claro, me diréis que esa "nueva nube" era agua antes, y no es "tan nueva".
Pues he aquí el método más sorprendente :
Y es que, para la alimentación de los motores espaciales - con los que las agencias espaciales hacen pruebas, no solo lanzamientos- se usan mezclas de oxígeno e hidrógeno y otros componentes
no contaminantes. Ésto genera agua (H2O) y con las ingentes cantidades que se utilizan en estos temas, podemos generar enormes nubes que luego.... acabarán precipitando.
Y para muestra un botón. (Seguro que os suena el protagonista del vídeo)
Y ahí os dejamos una pregunta:
¿Se podrían trasladar, por lo menos, las plataformas de pruebas a zonas que necesiten lluvia?
por Carlos Pérez
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