Mito nº 1: el Ébola
ha matado a mucha gente
La infección por Ébola es muy seria, con tasas de mortalidad
muy altas, pero la realidad es que no ha habido muchas muertes en total por el
virus Ébola. Desde que se detectó por primera vez en 1976, el Ébola ha causado aproximadamente unos
4.000 infectados y 2.400 muertos, lo que supone una media de 64 muertos por año
en 38 años. Por el contrario, la malaria mata más de 600.000 personas al año,
cerca de 68 personas por hora! El Ébola es exótico, aterrador y un buen reclamo
mediático pero no está entre los microbios asesinos más peligrosos. Si
realmente te preocupan las causas de muertes, los accidentes de coche, la gripe
o incluso los rayos en días de tormenta matan más gente que el Ébola.
Mito nº 2: el Ébola siempre es mortal
Existen cinco tipos distintos del virus Ébola: Zaite
ebolavirus, el más mortífero y el que está causando el actual brote en África;
Sudán ebolavirus, el siguiente en mortalidad y en frecuencia de brotes;
Bundibugyo ebolavirus, del que solo ha habido un brote en 2007; Taï Forest
ebolavirus, con un único caso humano; y Reston ebolavirus. Los cuatro primeros
son todos de origen africano, y la tasa de mortalidad va desde un 25% para el
ebolavirus Bundibugyo hasta casi el 90% en algunos brotes de Zaire ebolavirus. Por
tanto, no todos los infectados por Ébola mueren.
El ebolavirus Reston, por ejemplo, no es mortal. Se
descubrió en Filipinas y de ahí se importó a EE.UU. en un cargamento de monos
para investigación hasta Reston (Virginia). Los monos enfermaron y en 1989 se
identificó el virus Reston. Se descubrió que uno de los cuidadores tenía
anticuerpos contra el virus, lo que significaba que había estado expuesto al
virus. Sin embargo, no tuvo síntomas. Desde entonces el ebolavirus Reston se ha
encontrado en más personas e incluso en cerdos en Filipinas, pero ninguna
persona ha enfermado. Los dos americanos infectados en África que han sido
llevado a EE.UU. no son, por tanto, los primeros casos de Ébola en ese país.
Mito nº 3: el brote actual es el más mortífero de los que ha habido hasta ahora.
Según datos del 9 de agosto, ha habido un total de 1.848
afectados y 1.013 fallecidos, la tasa de mortalidad de este brote es del 55% aproximadamente,
muy similar a otros brotes anteriores. El brote actual no es el más mortífero
de los que ha habido hasta ahora, los últimos brotes en el Congo entre los años
2001 y 2007 tuvieron tasas de mortalidad entre el 71 y el 89%.
Mito nº 4: todo el mundo que muere de Ébola sufre horribles hemorragias generalizadas
Influenciados por espectaculares secuencias de películas
como Zona Caliente de Dustin Hoffman, se cree que la infección por Ébola supone
que te licúas por dentro y sufres hemorragias por todos los orificios de tu
cuerpo. Pero esto no es lo más común. Lo más frecuente es que los pacientes se
encuentren muy débiles y con fiebre alta. Puede haber sangre en vómitos y
diarreas y ocasionalmente en las encías y por la nariz. El mayor problema es la
deshidratación y en algunos casos la administración de fluidos por vía
intravenosa puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Pero la sangre
no se desparrama de la piel de una persona con solo tocarle, como la película
Zona Caliente sugiere.
Mito nº 5: el Ébola proviene de los monos
La película Estallido, en la que un simpático mono capuchino
es el origen de muerte y destrucci,
ha extendido la falsa idea de que el virus proviene de los monos.
Es verdad que los primeros casos humanos de un brote de
Ébola suelen surgir por contacto con monos infectados, o por consumir carne de
animales salvajes, no solo de monos. Pero los primates no son el origen del
virus. De hecho, incluso el ebolavirus Reston puede enfermar a los monos y los
otros virus Ébola son una de las primeras causas de muerte de chimpancés y
gorilas en África central. En realidad, los primates no humanos sufren por el
Ébola mucho más que nosotros.
Por el contrario, los murciélagos que comen frutas parecen
ser el primer reservorio o almacén del Ébola. Las personas se pueden infectar
del Ébola por comer murciélagos, o por estar en contacto con superficies o
frutas que los murciélagos hayan contaminado, o a través de otros animales que
se han infectado por los murciélagos y actúan como intermediarios, como los
chimpancés o los gorilas.
El virus Ébola no va acabar siendo un epidemia mundial
(pandemia) como la gripe o el HIV. El brote en África acabará controlándose y
el virus volverá a su escondite en la selva hasta que de nuevo alguien
desgraciadamente vuelva a ponerse en su camino.
(Basado en el artículo “Everything you know about Ebola is wrong” de Tara Smith - @aetiology - del 6 de agosto de 2014)
Fuente Ignacio López-Goñi
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